Hana Jaeger - Artista

30 junio, 2022

Hana Jaeger – Artista

«Lo que me ha cautivado del arte es su libertad infinita»

Hana Jaeger es una artista israelí establecida en Madrid desde 2020 cuya obra está influenciada por el neo expresionismo alemán de la década de 1970. Con su trabajo cuenta una historia, corta y simple, verdadera y sincera, desprovista de lenguaje florido y palabras superfluas. La vida diaria de las personas anónimas, aquellas a quienes nadie presta atención y que se sitúan en los márgenes como los enfermos, trabajadores, familias, militares o condenados entre muchos otros. Su obra se presenta en diversos formatos, desde grandes lienzos hasta pequeñas cajas de cartón con una pincelada libre sin miedo a que se manche si es necesario. Conocemos en esta entrevista a esta artista sincera y sensible.

– Has sido Matemática, luego realizaste un Máster de especialización en comunicación. ¿En qué momento decidiste que querías dedicarte al arte?

No lo decidí… simplemente ocurrió de forma natural. Caí en ello, fui a una escuela de arte y allí ocurrió. Me di cuenta de que eso es lo que quiero hacer. Dejé el trabajo en matemáticas y me dediqué al arte. Durante los años anteriores había hecho artesanía lo que me preparó bien para trabajar en arte. Mucha gente ve mi cambio de las matemáticas al arte como una desviación sorprendente pero creo que hay mucha creatividad en las matemáticas, igual que en arte. Sin embargo lo que me ha cautivado del arte es su libertad infinita. Aquí no hay reglas estrictas como en las matemáticas. Eres libre de hacer cualquier cosa: «Los pintores tenemos la misma libertad que se concede a los poetas ya los locos» como dijo Paolo Veronese.

«hay mucha creatividad en las matemáticas, igual que en arte»

«lo que me ha cautivado del arte es su libertad infinita. Aquí no hay reglas estrictas como en las matemáticas»

– Desarrollaste tu carrera en Israel, ¿cómo influyó en tu trabajo y en tu forma de crear? ¿cómo el entorno inspira a un artista?

Llegué ‘tabula rasa’ (hoja en blanco) a mis estudios de arte, como una niña dando sus primeros pasos, pero con mucha más madurez y una experiencia muy rica de vida. Siento que esta combinación ha contribuido mucho a la naturaleza de mi creatividad tanto en mi contenido como en mi mano. Sin ser consciente de ello y como alguien que creció en el hogar de supervivientes del Holocausto, un tono melancólico ha calado en mis obras. La casa en la que crecí era regulada y diligente, pero solo en apariencia. Era un hogar herido. Quizá por eso trato más con los marginales y los débiles, contemplo a la gente del día a día, a los que no vemos, a los transparentes, y documento los momentos que pasan desapercibidos, pero a todos les doy todo su esplendor. Les traigo del fondo al primer plano.

«trato más con los marginales y los débiles, contemplo a la gente del día a día, a los que no vemos, a los transparentes»

«a todos les doy todo su esplendor. Les traigo del fondo al primer plano»

Explorar a personas que viven su vida en los márgenes parece llevar a los espectadores a una crítica sociopolítica muy sutil pero efectiva. El artista mexicano Gabriel Orozco dijo una vez que «el papel del artista difiere según el lugar del mundo en que se encuentre. Depende del sistema político en el que vives”. Sin mencionar que casi todo, desde La Inspiración de San Mateo de Caravaggio hasta las obras de Joep van Lieshout, podría considerarse político. Estoy de acuerdo con Bob Dylan que decía que el papel del artista es ocuparse de su obra, sacar a relucir aquello en lo que cree —de lo contrario, si la obra es didáctica o tendenciosa no funciona bien. Pierde su sinceridad. En la pintura me presento como una persona muy involucrada en lo que sucede a su alrededor. Por lo tanto he creado con ella una forma de declaración, política y social. Como artista una no puede vivir en una burbuja, desvinculada del entorno, de lo contrario tu trabajo se vuelve irrelevante y también, en mi opinión, aburrido. Y yo como mujer con su propia opinión, claro que también la expongo sobre este tema en mi obra. Porque el ámbito político es la esfera de la actividad humana que se ocupa de las fuerzas que operan en la sociedad y eso es con lo que estoy tratando, solo que desde mi ángulo personal. No lo relaciono únicamente con la parte del mundo en la que te encuentres. Emociones como la compasión, o el sentido de la moralidad y la justicia social son valores universales de los que las naciones y los sistemas políticos carecen en mayor o menor grado, unos más y otros menos. Es muy duro para mí cuando existe un severo eclipse total en ciertos lugares. Por supuesto, lo que sucede a mi alrededor está expuesto a mis ojos afectando aún más mi creatividad. Ojalá las cosas pudieran de alguna manera acercarse a la perfección en la mayor parte del mundo.

«Como artista una no puede vivir en una burbuja, desvinculada del entorno, de lo contrario tu trabajo se vuelve irrelevante»

«lo que sucede a mi alrededor está expuesto a mis ojos afectando aún más mi creatividad»

– Permites una lectura abierta, una gran multiplicidad de significados: las posibilidades asociativas parecen jugar un papel crucial en tus piezas. ¿Cómo ve los conceptos de lo real y lo imaginado que se desarrollan en sus obras?

Ninguna de mis obras tiene título. Una lectura abierta y clara es muy importante para mí. Dicen que un artista sabe lo que quiere crear pero no sabe lo que finalmente ha creado. Desde el momento en que has completado tu trabajo y lo has mostrado al espectador, te lo expropiarán. Los temas de mi trabajo son universales, y es tan interesante y sorprendente escuchar de la gente cómo se conecta cada uno con él. Cada uno con lo que trae de su propia carga, de su vida, de su mundo. Hay quienes ven tristeza en cierta obra y otros que a veces ven humor en ella. El trabajo tiene que poseer varias capas.
El mundo representado en mis obras hace pensar en la experiencia voyeurista de la pintura. Es un mundo en el que espiar resulta ser una contemplación imposible y desenfocada de tal forma que está atrapada en los límites de la fantasía. Las obras dirigen la mirada hacia el lenguaje corporal del sujeto de la pintura, la mirada prohibida haciendo eco de preguntas sobre su propiedad, sobre la prisión de la mirada. La pintura sugiere la dureza del desorden, la liquidez del signo, sucio en un mundo pero limpio en otro. El poder de la pintura está en mirar al corazón de la existencia para hacer resonar sus perversiones.

«Desde el momento en que has completado tu trabajo y lo has mostrado al espectador, te lo expropiarán»

«El poder de la pintura está en mirar al corazón de la existencia para hacer resonar sus perversiones»

– Dices contar historias verdaderas y sinceras sin artificios a través de tu trabajo; ¿Qué historias te interesan y cómo es tu proceso de trabajo?

Un conocido artista israelí, Pichhadze, afirmó que la vida es como una bola de nieve que rueda y, con el tiempo, más y más historias de vida se adhieren a ella y al final entran en el estudio. Mis antecedentes biográficos ciertamente resuenan en mi trabajo me guste o no. Pinto cosas que están aquí y ahora. Todo está al alcance de la mano; Pequeñas escenas sencillas y las cuento a mi manera. Aunque utilice los códigos propios para pintar que utilizaba mi padre —un lenguaje autobiográfico que aparece y reverbera en mis pinturas— las escenas parecen ser universales y transmiten emociones tan familiares que cualquiera puede relacionarse con ellas. Mi yo interior se expresa en la forma en que se presentan las historias, en los personajes, en los lugares, en la interacción entre ellos, en la composición, en la gama tonal que elijo, e incluso en la forma de aplicar la pintura. En mi opinión, el buen arte no puede desligarse de la experiencia directa. Tiene que salir de las entrañas del artista. Creo que las manos del artista son extensiones del corazón.

«Mi yo interior se expresa en la forma en que se presentan las historias, en los personajes, en los lugares, en la interacción entre ellos, en la composición, en la gama tonal que elijo, e incluso en la forma de aplicar la pintura»

«el buen arte no puede desligarse de la experiencia directa. Tiene que salir de las entrañas del artista»

– Tu obra recuerda muchas veces al movimiento expresionista. ¿Te sientes vinculado de alguna manera con él? ¿Inspiró su proceso de trabajo?

Sí, admiro el neo-expresionismo alemán y en especial a Rainer Fetting. Al comienzo de mi carrera solía pintar abstracción, lo que, mirando atrás, resultó ser para mí un excelente ejercicio de composición, color, aplicación de pintura y pincelada, etc. Yo miraba los objetos que dibujaba desde arriba, a vista de pájaro o vistas frontales reales, pinturas manchadas con el pincel, y gradualmente comencé a perfilar la mancha hacia algo específicamente figurativo. Y los cuadros fluían como si hubieran estado esperando durante años para ver la luz del día, para sentir el aire fresco, y con ellos los sujetos. Algo así como Degas mirando a las bailarinas detrás de la escena, yo miro a las personas (en su mayoría hombres) en escenarios cotidianos. Los temas de las pinturas no tienen patetismo. Son de una escala prosaica y anti-heroica. Son de una clase a la que a veces no vale la pena echarles un segundo vistazo. Pero los veo como dignos de ser pintados y traídos desde el fondo de la escena al primer plano. Sus representaciones son sencillas, a veces abiertas y otras veces irradiando una sensación muy concreta. Sin cinismo ni críticas excesivas, los cuadros se fijan en ellos. La paleta de colores es en consecuencia de medios tonos, saturados y apagados. Las personas en la pintura son antihéroes, desvalidos, débiles, vulnerables, como en el expresionismo alemán que uso como inspiración. Hay una expresión social en mis obras que surge de un lugar íntimamente no desafiante.

«Son de una clase a la que a veces no vale la pena echarles un segundo vistazo. Pero los veo como dignos de ser pintados y traídos desde el fondo de la escena al primer plano»

«Sin cinismo ni críticas excesivas, los cuadros se fijan en ellos»

– Generalmente pintas sobre lienzo, pero también sobre cajas de cartón, donde las etiquetas y letreros son parte de la composición. ¿Por qué empezaste con esta línea de trabajo?

Además de mis pinturas en lienzos de gran tamaño, me gusta pintar en cajas de cartón porque no sé que puede estar más conectado con los temas de mis pinturas que esos elementos cotidianos, siempre disponibles, transitorios, marginales y sin importancia. Las recojo de diversas partes del mundo y les doy una vida renovada. No se utilizan sólo como base para el cuadro, son parte integral del cuadro. Las cajas de cartón son de varios tamaños que van desde las miniaturas, para móviles o joyas, hasta las muy grandes, para frigoríficos, etc. Y en efecto, son más que cuadros, son objetos. En 2013 viví durante unos meses en Berlín y luego en una residencia artística en la Cite’ International Des Arts de París durante unos seis meses. Por el tamaño del estudio y la imposibilidad de trabajar en grandes formatos, y como el dormitorio formaba parte del estudio, lo que me impedía trabajar al óleo, pinté sobre papel y pequeñas cajas de cartón. Estos trabajos se pueden ver en mi sitio web. Cuando regresé a mi estudio, pasé a formatos muy grandes como para liberar las energías acumuladas en París. Sigo pintando firmemente tanto en lienzos como en cajas de cartón, ya que me estimulan y me desafían de diferentes maneras.

«me gusta pintar en cajas de cartón porque no sé que puede estar más conectado con los temas de mis pinturas que esos elementos cotidianos, siempre disponibles, transitorios, marginales y sin importancia»

– Un deseo que te gustaría hacer realidad

Sé que sonará un poco megalómano, pero deseo de verdad que el mundo sea un lugar mucho mejor. Además de la sostenibilidad, deseo paz, como dijo el difunto primer ministro israelí Menachem Begin : “No más guerras, no más derramamiento de sangre”.
Y si se me permite, un pequeño deseo personal: hablar mejor español para poder hablar sobre mi arte y comunicarme mejor con mis colegas.