En el Foco es una sección de YANMAG que recomienda el trabajo de profesionales que nos interesan y cuya trayectoria recomendamos seguir
«Mi creación siempre tiene que ver con exteriorizar filias y fobias, con la voluntad de expresarme y el sentimiento de que no lo puedo hacer de otra manera»
Álvaro Prados es actor, escritor y creador escénico. Su trabajo como creador siempre está marcado por las referencias al amor, a la belleza, a los iconos pop, al paso del tiempo y a la disidencia. Presenta HANS: The Cosmic Dancer en la Sala Cero de Sevilla (días 26, 27 y 28 de enero), un proyecto multidisciplinar que trata sobre la construcción de la identidad y su relación con la búsqueda de la belleza, los límites del cuerpo y el amor como móvil.
– Eres actor de formación por la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla ¿en qué momento decidiste que esta sería tu profesión y qué aporta a tu vida?
– En realidad no recuerdo muy bien ése momento de tomar la decisión de manera consciente. Sé que desde pequeño tenía mucha curiosidad y atracción hacia el cine, la literatura y la música. Era mi zona de confort, y poco a poco empecé a plantearme cómo sería desde dentro. Disfrutaba mucho bailando, leyendo en voz alta, escribiendo, etc… y me di cuenta de que me sentía más conectado conmigo cuando hacía estas cosas, por lo que era natural que terminara estudiando algo relacionado con la expresión artística, pero no sé muy bien por qué elegí la interpretación sobre la escritura o el dibujo, quizá era porque tenía más referentes, no lo sé… El trabajar como actor me ha hecho ser mucho más consciente de mí y de mis limitaciones y me ha ayudado a romperlas y a vencer muchos miedos y manías, y es verdad que aunque la escritura o la dirección me hacen exorcizar cosas, la adrenalina del escenario creo que es insustituible y muy adictiva.
«El trabajar como actor me ha hecho ser mucho más consciente de mí y de mis limitaciones y me ha ayudado a romperlas y a vencer muchos miedos y manías»
– Has desarrollado tu faceta de creador multidisciplinar, aunando el teatro, la poesía y la performance ¿qué motiva cada proyecto en el que trabajas y cómo has ido involucrando cada disciplina en tu obra?
– Me hace gracia lo de creador multidisciplinar porque suena a algo muy serio. La motivación ha sido distinta para cada proyecto, pero creo que siempre tiene que ver con exteriorizar filias y fobias, con la voluntad de expresarme y el sentimiento de que no lo puedo hacer de otra manera. En todas las cosas que hago siempre aparecen referencias al amor, a la belleza, a los iconos pop, al paso del tiempo, a la disidencia… y lo de mezclar distintas disciplinas es algo que me viene de forma orgánica. Siempre me han gustado las obras que son un poco inclasificables y me horroriza que me categoricen, creo que tiene que ver con esto.
«Siempre me han gustado las obras que son un poco inclasificables y me horroriza que me categoricen»
– Como autor literario has participado en La devoción inflamada (2016), una obra colectiva en colaboración con varios autores y has publicado los poemarios De carne y plástico (2017) y HANS: The Cosmic Dancer (2023), ¿qué ha supuesto para ti la escritura de obras literarias colectivas e individuales?
– Pues cada vez que pienso que hay dos libros míos publicados y también textos en revistas y antologías me emociono y me resulta difícil de creer que alguien se haya interesado por ellos, porque si me cuesta definirme como actor, que es algo que he estudiado y con lo que he podido pagar mi alquiler y mis cosas, en el mundo literario me sigo sintiendo un intruso brutal, pero la escritura me ayuda a ordenar ideas y a distanciarme un poco de ellas. Esto marca una diferencia de expresión muy grande con la interpretación porque uno no puede distanciarse de su propio cuerpo. Y me parece que esta distancia es imprescindible para no perder el norte a la hora de abordar la creación. Aunque por otro lado, todo lo que escribo pasa por mi cuerpo de alguna manera… Por eso no me atrevo a escribir narrativa, por ejemplo.
«la escritura me ayuda a ordenar ideas y a distanciarme un poco de ellas»
– También has desarrollado proyectos audiovisuales ¿qué exige para ti cada medio a la hora de crear?
– Lo principal para mí es la honestidad y un mínimo de conocimiento del medio que estás utilizando. Esto segundo se aprende, lo primero creo que es más difícil. Llevo muchos años haciendo teatro y escribiendo mis propios textos, pero he trabajado muy poco en el medio audiovisual, ya que ahí sí que no tengo ninguna formación. Sí que soy un gran consumidor de productos audiovisuales y he tenido la suerte de trabajar con gente muy guay y con muy buen gusto, que me ha ayudado a suplir la carencia de técnica y de la que he aprendido muchísimo.
«Lo principal para mí es la honestidad y un mínimo de conocimiento del medio que estás utilizando»
– Esta semana presentas HANS: The Cosmic Dancer en la Sala Cero de Sevilla (días 26, 27 y 28 de enero), un proyecto multidisciplinar que trata sobre la construcción de la identidad y su relación con la búsqueda de la belleza, los límites del cuerpo y el amor como móvil ¿qué te llevó a crear esta obra y cómo ha sido su proceso?
El motor de creación de esta obra fue la obsesión que siento por el universo y la figura de Hans Christian Andersen desde que soy pequeño, y lo poco estudiados que están ciertos aspectos de su biografía y de la temática de sus cuentos, y la conexión que tienen conmigo. Empecé a darle vueltas a esta idea en 2018, y durante el confinamiento empecé a escribir textos sin saber muy bien si iba a hacer un poemario, una obra de teatro o pequeñas piezas de videoarte. Cuando reuní varios textos y tenía la temática y las ideas más claras, monté un dossier y el proyecto fue elegido por la Red de Teatros Alternativos en la convocatoria de los X Encuentros de Creación en Magalia (2021), allí trabajé con Adrián Baruque, Victoria Aime, Eva Viera y Néstor Calderer y empezamos a poner en escena muchas de mis ideas. Cuando acabaron los Encuentros, terminé de ordenar los textos y formé un poemario. Después de esto estuvimos de residencia en DT Espacio Escénico (Madrid) y ahora por fin la voy a estrenar en mi ciudad. Ha sido un proceso largo y lento. Primero por abordar una figura que está tan institucionalizada y que es tan importante para mí. Y también porque es la primera vez que trabajo con tantas personas estando cada uno en un sitio. Pero ha sido un proceso precioso y estoy deseando mostrar el resultado.
«El motor de creación de esta obra fue la obsesión que siento por el universo y la figura de Hans Christian Andersen»
– ¿Cuáles son tus referentes creativos?
Esta pregunta creo que es la más difícil porque tengo referentes muy dispares y nunca quiero dejarme a ninguno fuera. El primero que recuerdo fue Marisol (no es broma) y de ahí pues hay de todo… según el momento, el trabajo que esté realizando… ahora estoy descubriendo a Natassja Kinski, Ema Saiko y Annie Ernaux y profundizando más en Agnès Varda o Eloy de la Iglesia y también tengo muy presente a Jane Birkin y evidentemente a Hans Christian Andersen. Otros son Allen Ginsberg, Paul Verlaine, Anne Carson, Lorca, Akiko Yosano, Jeanne Moreau, Angélica Liddell, Jacques Demy, Kavafis, Tchaikovsky, Angela Carter, Serge Gainsbourg, Christophe Honoré, Sarah Kane, Copi, Xavier Dolan, Wong Kar-Wai…
– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?
Pues ahora por fin estoy empezando a darle vueltas a esto. Desde que me puse con Hans no he tenido la necesidad de crear ningún proyecto. No sé muy bien cuáles van a ser la forma y el medio elegidos, pero llevo ya un tiempo reflexionando sobre la estructura familia-pareja y lo dañina que es a pesar de lo que se romantiza, así que quizá vaya por ahí. También sé que me gustaría trabajar con otros creadores escénicos, ya sea desde la dramaturgia, la dirección o la actuación.
– Un deseo que te gustaría se hiciera realidad
Pues me encantaría seguir creciendo como actor delante la cámara, que es un terreno bastante nuevo para mí, que salgan muchas funciones de El principito de BricAbrac Teatro (en la que estoy como actor) y de HANS: The Cosmic Dancer y Yo quiero ser Nomi Malone, y como he dicho antes, seguir conociendo y trabajando con otros creadores.
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Álvaro Prados – Instagram – YouTube
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