8x8

8×8 (infinito x infinito) es un proyecto curatorial de entrevistas a mujeres artistas y gestoras culturales dirigido por Andrea Perissinotto con la colaboración de YANMAG

«Mi trabajo fotográfico es un proyecto de vida en sí mismo»

Leila Amat construye un poderoso relato autobiográfico a través de su obra, donde cada fotografía muestra un aspecto de su personalidad, su vida y su entorno con una especial sensibilidad. Imágenes que atrapan al espectador envolviéndolo en un universo propio donde la belleza, la crudeza y la honestidad se encuentran para agitar su interior.

Andrea Perissinotto sobre la obra de Leila Amat:

«Si supiera cuál es la esencia de la felicidad, os la dejaría oler, para que os salpique de una levedad inspiradora. A todos y cada uno os revelaría el nombre de una búsqueda eterna, que es delicia y tormenta, azote y caricia.

Sin embargo, cuando me alejo de la ansiedad del encuentro con aquellas necesidades que pretendo aplacar, me acoge un estado de total imperfección. Un desequilibrio sanador en el cual me apoyo, para seguir oyendo las opiniones ajenas, escuchando solo las voces que me animan a seguir.

No es fácil distinguir entre lamentos y elogios, festejar un éxito cuando los aplausos parecen ser más bien bofetadas en la cara del destino y no es tarea sencilla ver menguar el tiempo que se resta a nuestra vida, para sumarse a la existencia de las personas que amamos y que algo o alguien nos ha arrebatado.

Pocas veces he visto coincidir tanta perseverancia en un rasguño de fe que casi se disuelve en la desesperación y que, a pesar de ello, allí sigue, aferrado al desgarro de un futuro que igual no es el suyo, pero es uno por el cual merece la pena seguir luchando.

Con esa mano ligera, grácil, pero firme, Leila Amat esculpe unas fotografías que beben de los recuerdos y miran al mañana. Porque su obra es su historia y alude a la tenacidad de una mujer, una hermana, una madre que es dueña de un espíritu luchador y, al mismo tiempo, tan libre como para enseñarnos los entresijos de su propio dolor. Leila se retrata a sí misma en unos sueños cotidianos que, a veces, son citas fortuitas con aquel presunto equilibro mental que algunos nos enseñan a llamar «normalidad».

Una disciplina donde se pretenden juntar unas obligaciones que, quizá, ni siquiera responden a nuestras verdaderas prioridades. Lo que sí es primordial para la artista es el hecho de poderse expresar a través de un viaje infinito, incompleto, árido y sediento, pero en el que germina la excitación.

Leila nos muestra los cadáveres de la mezquindad a través de unos paisajes alcohólicos en los que brillan las miradas de satisfacción. Unas palabras ciegas entre cuerpos involuntarios o perfectamente conscientes, que se sustentan en una gota de ardor o se muerden con el rencor del olvido: corazones como tambores que no paran de apuntar a la verdad.

Leila Amat es una cantora de la honestidad, del dolor y de la vida misma; la misma vida que es placer y placebo, que es injusticia dulce e inexacta y que esta creadora de pensamiento crítico sabe hilar con la experiencia del sufrimiento y la seguridad de que tantas lágrimas no han sido, nunca, echadas a perder.»

ENTREVISTA A LEILA AMAT

– ¿Cómo definirías tu obra?

Me crié en Sevilla, pero la vida me escupió a Madrid para estudiar Filología Hispánica, títulos de idiomas y un Máster de formación para el profesorado en secundaria. Luego he disfrutado de 9 años como fotógrafa autodidacta. Tras un divorcio violento y traumático, mi vida está en un capullo, a la espera de que el insecto nazca.

– ¿Tu obra tiene un sentido vinculado a la temática de la mujer o por el contrario tiene un carácter más universal?

No se puede desvincular la obra de la persona, en este caso, del hecho de sentirte mujer. La mujer entendida como sujeto activo, político y social. El hecho de que una obra esté realizada por una mujer, aunque trabaje una temática ajena a su género, hay que considerarlo. Porque al final, si se trabaja desde las entrañas, el concepto de mujer siempre emerge.

– ¿De qué proyecto de los que has realizado te sientes más orgullosa hasta el momento?

Mi fotografía rara vez gira en torno a proyectos. Podría decir, que, pasando sus etapas (ya he pasado dos), mi trabajo fotográfico es un proyecto de vida en sí mismo. Acabará cuando mi vida acabe. Y si pudiera hablar muerta, siempre sentiré que mi proyecto está inacabado. Estando viva, siento que todavía no estoy contando todo lo que quiero expresar.

– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?

Me gustaría trabajar más la maternidad. Trabajar “lo prohibido”, que es ahora mi hija Luz, pues es una de las formas que tiene de herirme su padre. Me prohíbe trabajar con ella y proyectar mi trabajo con ella. Esta castración de mi maternidad necesito plasmarla de alguna forma. Además existen muy pocos proyectos sobre la maternidad y la infancia que tengan su merecida visibilidad.

– ¿Es más complicado para una mujer artista desarrollar su carrera que para un hombre?

Esta pregunta es para mí una evidencia. Las zancadillas, no contar con nosotras, invisibilizarnos o invisibilizar proyectos que focalizan directamente en nuestra condición de mujeres está a la orden del día. No sólo en el arte, se aplica a cualquier quehacer dentro de un Sistema Patriarcal muy potente e inmenso.

– ¿Qué aconsejarías a una mujer artista que comienza en este momento?

Que trabaje desde dentro. Desde la más pura y brutal honestidad. Digo brutal porque a veces la verdad es grotesca, nos avergüenza o es tabú. Y que desde la ética, plasme la unicidad que le conforma. Todos somos únicos, pero encontrarse, en toda nuestra poeticidad y salvajismo y plasmarlo de forma visual, es una meta compleja. Una carrera de vida.

– ¿Qué mujeres artistas han sido referentes para ti y en tu trabajo?

Ninguna. Nunca he tenido referentes. Sí hay mujeres que me inspiran, pero no a la hora de crear, sino que me generan auténticos fuegos artificiales en mi cerebro. Desde Francesca Woodman, Imogen Cunningham, Julia Margaret Cameron, Atget, Dora Maar, Claude Cahun, Sally Mann… hasta las vivas, como Virginia Rota, Dara Scully, Silvia Grav, Miriam Valle, Olatz Vázquez, Montse Carné, Ana Harff…

– ¿Qué mujeres artistas recomendarías conocer?

Mi tía, que acaba de realizar su primera exposición con más de 80 años, Torgia (pintora). Y ya habiendo mencionado a fotógrafas, paso Camille Claudel (escultora), Leonora Carrington (pintora), Maruja Mallo (pintora), Emily Dickinson (poeta), Gloria Fuertes (poeta), Murasaki Shikibu (¿primera novelista de la historia?), Clarissa Pinkola (ensayista) o Vicki Noble (chamana) o Hildegard Von Bingen (compositora) ¡Me falta espacio!

Andrea y Berta, sois dos seres de luz. Muchas gracias por este proyecto, por idearlo y gestionarlo. Por visibilizarnos y creer en nosotras. Larga vida a vosotros, a KARMEN y a YANMAG.

Más información

Leila Amat – Facebook – Twitter – Instagram – Instagram Leila Amat Analógica

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