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14 julio, 2021

Maria JL Hierro – Artista Visual – 8×8

8×8 (infinito x infinito) es un proyecto curatorial de entrevistas a mujeres artistas y gestoras culturales dirigido por Andrea Perissinotto con la colaboración de YANMAG

«Juego con las palabras para que me cuenten sus secretos. Algunas veces, las ruborizo y otras, me ruborizan ellas a mí»

María JL Hierro es una artista que mezcla la tipografía y la poesía para jugar con los significados ocultos de las palabras y que recorren pliegos de papel impresas manualmente en tinta negra y roja. Una obra minimalista y delicada que descubre verdades irónicas y secretas para el espectador.

Andrea Perissinotto sobre el trabajo de María JL Hierro:

«Pienso y me sobra una vocal. La i, concretamente. A veces me confundo entre mi idioma nativo, el italiano, y el de adopción, el español. Pero, Penso y recuerdo unas palabras que se encienden en emociones cálidas, en una brisa de sonrisas amigas, en un recuerdo presente, vivo en mi memoria.

Estaba en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, comisariando la exposición Sweet Dreams (Sueños y Acciones), cuyo título se inspira en la canción Sweet Dreams (Are Made of This) de la banda británica Eurythmics, en un día de junio de hace tres años y de repente entró en el museo María JL Hierro.

Empezamos a hablar y le hice algunas preguntas, para ese proyecto que fue el germen que dio vida a este, 8×8 (infinito x infinito), y recuerdo que me llamó la atención una frase que me dijo María: «yo juego con las palabras para que me cuenten sus secretos». Cuando se fue, me quedé observando la obra que había dejado para la muestra, y empecé a buscar lo que esas letras me estaban ocultando.

El año siguiente, participamos juntos a la feria Hybrid en Madrid, donde volví a descubrir su “tipoesía” y, otra vez, me dejé engatusar por esas trampas que la artista disemina en las porosidades del papel… unas telarañas de ideas que teje cauta y meticulosamente, para atrapar la soberbia de lo conocido, desnudándolo de su sentido primigenio, para devolvernos otra acepción inesperada.

Como si nos lanzara una baraja de cartas, para que podamos comprobar todas las posibilidades que se esconden en cada combinación: en los grises de esas poesías suyas que se encienden de rojo para mostrarnos que allí, en esos puntos exactos, se celaba algo, algo más. O nos hipnotiza con una sopa de letras que encamina nuestra mirada hacia un posible epílogo que, al contrario, se convierte en un nuevo punto de partida.

Como cuando la palabra “Fallar” deja caer su primera vocal y la “o” que ocupa su puesto nos obliga a contener la risa, mientras nuestra cabeza empieza a gimotear, sin que podamos aplacar ese estruendo de sensaciones imprevistas. O en la obra donde un “nosotros” cualquiera, se repite y repite hasta que nos hagamos conscientes de que dentro de esa multitud está la unicidad, la cual no es un asunto ajeno, sino nuestro: “nosotros, no otros”.

Basta entonces con unos cambios sutiles -que no sencillos-, para encender las alarmas de la concienciación propia y colectiva, para aprender a escuchar lo que se ve, o para destapar una sonrisa. Basta con que María JL Hierro siga mostrándonos el camino, para que nos equivoquemos de placer, para que nos caigamos en la ironía y nos deleitemos de la obra de una artista reflexiva, inteligente, tenaz y generosa.»

– ¿Cómo definirías tu obra?

En mi obra, centrada actualmente en tipoesía, se dan la mano la poesía visual y las tipografías.
A través de ella observo, reflexiono y transformo mi mundo. Juego con las palabras para que me cuenten sus secretos. Algunas veces, las ruborizo y otras, me ruborizan ellas a mí.

– ¿Tu obra tiene un sentido vinculado a la temática de la mujer o por el contrario tiene un carácter más universal?

Mi obra tiene carácter más universal. Quizás, en parte, porque tengo la suerte de haber sentido que tengo las mismas oportunidades que los hombres de mi alrededor, tanto en mi desarrollo artístico como en el de ingeniera.
Aunque no debe confundirse la posibilidad sentida con la realidad.

– ¿De qué proyecto de los que has realizado te sientes más orgullosa hasta el momento?

Mi proyecto favorito es SCARS. Se trata de un libro de artista que traslada el concepto japonés “kintsugi” a la piel humana mezclando ilustración, fotografía y poesía. Lo ideé en 2016 y se lo propuse a la directora de fotografía Irene Cruz y a la poetisa Neus Pérez. Lo desarrollamos en Berlín en ese mismo año. Fue emocionante, sobrecogedor e hizo de mis metas elementos más elásticos.

– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?

Me encantaría ver plasmada mi tipoesía en gran tamaño en paredes públicas. Actualmente, estoy trabajando en el proyecto de realizar un gran tipoema al mes en la pared de una de las habitaciones de mi estudio. Me gusta la idea de invitar a pasar y pensar.

También hacer un libro que recoja la mayoría de estos tipoemas. Me lo imagino como un “Cuaderno para reflexionar”, para tomar a pequeños sorbos.

– ¿Es más complicado para una mujer artista desarrollar su carrera que para un hombre?

Sí, es más complicado porque, por lo general, las mujeres, al llegar a la edad adulta, cuidan más (física y mentalmente) de sus seres queridos. Lo que hace que dispongan de menos tiempo para pensar y para crear.
Por destacar alguna razón.

– ¿Qué aconsejarías a una mujer artista que comienza en este momento?

Lo mismo que le aconsejaría a un hombre: que fuera respetuosa con su obra y con la de los demás, que aplicara buenas prácticas en su andadura, que fuera profesional, que celebrara sinceramente de los logros ajenos y que, por supuesto, cada cierto tiempo, se preguntara que está haciendo con sus obras y hacia dónde va.