«Para LANAU sigue siendo prioritario apoyar a los nuevos creadores» Óscar Pastor – Co-director de LANAU Espacio Creativo
LANAU Espacio Creativo es un coworking situado en el barrio de Lavapiés de Madrid, dirigido por Óscar Pastor y Antonio Morcillo. Este espacio conserva la filosofía original con la que nació: ser un centro de intercambio y sinergias para todo tipo de profesionales creativos, apostando especialmente por aquellos que tienen menos medios para llevar a cabo sus ideas.
Conversamos con Óscar Pastor que nos explica cómo ha ido transformándose y evolucionando LANAU, que ahora además celebra su quinto aniversario. Óscar nos descubre un espacio luminoso, cálido, acogedor, donde se respira tranquilidad y buen ambiente. Un lugar perfecto en pleno corazón de la ciudad para trabajar, desarrollarse e intercambiar.
– ¿Cómo surgió LANAU Espacio Creativo? ¿cuál es la filosofía del espacio?
LANAU surgió por necesidad, queríamos un espacio que completara nuestra actividad, donde pudiéramos reunir a profesionales con los mismos objetivos, dispuestos a generar sinergias que nos favorecieran a todos… Estábamos cansados de tener la oficina en casa, era un rollo, al final los horarios se confunden, no desconectas, y peor aún sólo te relacionas por teléfono, algo que odio. Queríamos crecer y así lo hicimos. Pero no fue fácil, nacimos en plena crisis y ya sabes como estaban las cosas, aunque fue un momento para tomar decisiones y encontrar nuevas formas de trabajo. Para nosotros es importante apoyar a los profesionales que no pueden llevar a cabo sus proyectos por falta de medios. Hay muy buenas ideas que no salen a la luz por no tener recursos, y desde LANAU echaremos una mano siempre que podamos.
«Para nosotros es importante apoyar a los profesionales que no pueden llevar a cabo sus proyectos por falta de medios. Hay muy buenas ideas que no salen a la luz por no tener recursos, y desde LANAU echaremos una mano siempre que podamos.»
– Estáis situados en pleno centro de Madrid, pero en una zona muy tranquila en el barrio de Lavapiés, cerca del Museo Reina Sofía y de La Casa Encendida ¿cómo elegísteis esta localización y qué relación tenéis con los vecinos del barrio?
Cuando decidimos abrir LANAU teníamos claro que debía ser en el centro y en un barrio que tuviese actividad cultural… Estuvimos barajando el barrio de Malasaña, que por aquel entonces empezaba a estar de moda, pero los alquileres para arrancar eran altísimos. Lavapiés es un barrio que conocemos muy bien y siempre nos hemos sentido muy a gusto, además su interculturalidad le da un valor añadido, sobretodo para nuestra actividad. Estuvimos casi un año buscando locales, al final encontramos el espacio donde estamos en la Calle Mallorca 4, y 500 metros con luz natural es todo un lujo en pleno centro de Madrid.
«Lavapiés es un barrio que conocemos muy bien y siempre nos hemos sentido muy a gusto, además su interculturalidad le da un valor añadido, sobretodo para nuestra actividad.»
– Siempre habéis ofrecido un rango de alquileres de espacios muy asequibles para todos los bolsillos, ¿es una manera de apoyar el emprendimiento?
Sí, por supuesto. El emprendimiento es muy duro y muchos han recurrido a esta forma por necesidad, porque no tenían otra salida, pero emprender implica asumir riesgos y no todos estamos preparados. Emprender no es algo nuevo, estos últimos años parece que se haya puesto de moda, pero emprendedores ha habido siempre, es pura propaganda, estrategia política para manipular datos y estadísticas, porque las ayudas son escasas, casi nulas. Desde LANAU siempre hemos estado comprometidos con estos profesionales, tengan o no vocación de emprendedor, sobre todo porque nosotros también lo somos, y sabemos lo que supone, el esfuerzo y desgaste, lo frustrante que es en muchas ocasiones, y lo gratificante que es en otras, claro.
«siempre hemos estado comprometidos con estos profesionales, tengan o no vocación de emprendedor, sobretodo porque nosotros también lo somos, y sabemos lo que supone»
– ¿Cómo es la comunidad de personas que se ha vinculado a Lanau y quién ha pasado por allí estos años atrás?
Pues por aquí han pasado todo tipo de perfiles, desde abogadas y arquitectos hasta buscavidas sin fuste alguno, gente amable y antipática como la vida misma… Pero generalmente vienen profesionales relacionados con la cultura, la comunicación, el diseño gráfico… Creativos en general. Aunque la gente que viene suele quedarse, que es buena señal, una comunidad tiene que surgir, y si la fuerza y las buenas vibraciones no fluyen no se crea una comunidad. En estos momentos hay equipos de trabajo muy productivos y lo pasamos bien con lo que hacemos, algo importante para nosotros.
«hay equipos de trabajo muy productivos y lo pasamos bien con lo que hacemos, algo importante para nosotros»
– ¿Qué pensáis que os diferencia frente a otros coworkings?
Que somos fieles a nuestros principios como el primer día, para nosotros sigue siendo prioritario apoyar a los nuevos creadores, tengan o no recursos. Algo que otros coworkings han olvidado, o ni siquiera entraba en sus planes. Los espacios creativos deben ser plataformas donde incubar ideas, crear nuevas propuestas, al margen de todo capitalismo y forma de enriquecerse. Un coworking no es solamente un lugar donde ir a trabajar, es mucho más, es un lugar donde compartir, colaborar, intercambiar, lejos de jerarquías y competencias. Muchos centros de negocios se han subido al carro del coworking, alquilan oficinas, segregan a los clientes, individualizan… Y lo llaman coworking cuando está muy lejos de serlo.
«somos fieles a nuestros principios como el primer día, para nosotros sigue siendo prioritario apoyar a los nuevos creadores, tengan o no recursos»
– En LANAU también se encuentra la Sala Mínima, espacio dedicado a las artes escénicas y que se ha convertido en referencia en Madrid de dramaturgia contemporánea, ¿cómo ha sido la evolución de este espacio?
Mínima ha tenido una evolución un tanto extraña, la primera idea era disponer de un espacio que nos sirviera de laboratorio, formación y reciclaje, sin más pretensiones, pero más tarde surgió la idea de la creación y con ella la de programación. Y de repente nos vimos con una sala de exhibición, que no era para nada nuestra intención. Arrancamos con una programación acorde a nuestros gustos, reivindicando otro tipo de teatro y sobretodo de artes escénicas… Pero al final la investigación quedó en un segundo plano, la programación y exhibición nos robaba demasiado tiempo, algo que no entraba en nuestros planes. Ahora estamos retomando sus orígenes y la exhibición ha quedado en un segundo, en incluso en un tercer plano.
– Apoyáis a los artistas plásticos en Art Showroom, espacio sin ánimo de lucro que dedicáis a exhibición de obra, ¿de qué manera se puede optar y cuál es el criterio de selección?
La zona de Art Showroom es una manera de aprovechar nuestras paredes y suelo, dando la oportunidad de mostrar sus trabajos a artistas plásticos y visuales. Artistas que no pueden o no quieren acceder a las galerías de arte y necesitan proyectar sus creaciones. La forma de acceder a esta zona expositiva es enviándonos la propuesta a nuestro correo y concertando una cita para ver posibilidades y disponibilidad.
– Personalmente ¿qué balance hacéis después de cuatro años gestionando este espacio?
Los inicios fueron mucho más ricos, era un hervidero de ideas, la necesidad impulsó la creatividad, era mucho más interesante. Había otro tráfico, gente que buscaba salidas y se las ideaba para llevarlas a cabo por muy descabelladas que fueran… Ha habido una selección natural, y aunque creemos que ha sido positivo, se echa de menos ese espíritu colaborativo… Con los años muchos han creído que la crisis pasó, la gente se ha vuelto más individualista, te das cuenta de los verdaderos intereses… Vivimos en una sociedad acomodada donde todos exigen pero nadie se compromete. Pero esto es lo que luchamos para cambiar día a día desde LANAU.
«Vivimos en una sociedad acomodada donde todos exigen pero nadie se compromete. Pero esto es lo que luchamos para cambiar día a día desde LANAU»
– ¿Cómo veis LANAU dentro de unos años y qué proyectos os gustaría realizar en ella en el futuro?
Pues no tengo ni idea, no me gusta imaginar futuros… Bastante tengo con vivir el presente. Lo que sí tenemos claro es que los tiempos cambian y tenemos que adaptarnos a las nuevas necesidades, nos guste o no. Eso sí, nuestros principios seguirán intactos por muchos cambios que vengan.
«nuestros principios seguirán intactos por muchos cambios que vengan»
– Un deseo que te gustaría se hiciera realidad
Que desaparezcan el fútbol y el hambre de este mundo. Así, a la par.
«Que desaparezcan el fútbol y el hambre de este mundo. Así, a la par»
Más información:
LANAU
Instagram @lanauespaciocreativo
SALA MÍNIMA
Instagram @minimaespacioescenico
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